2011_24

lunes, 26 de septiembre de 2011

 

Cuando te estirpan algo que te está haciendo daño, puede que tu cuerpo inconscientemente lo eche de menos..., al principio, porque luego te das cuenta que en realidad era lo mejor que te podía pasar. Tener algo así tan cerca de tí puede hacer que hasta lo que está bien acabe por estar mal. Asi que aún cuando te cueste verlo, y sobre todo, sentirlo, lo que importa es que ya no está ahí y que eso te permite recuperar muchas cosas que seguro habías olvidado, y sí, te ha dejado marca, y necesitas tiempo para que no se vea lo que duele y no sientas ese instinto masoquista de volver a pegártelo a la piel, pero una vez que lo dejas pasar, recuperas los sentidos, recuperas los instintos, recuperas a tu ser en si mismo.

Después de varios meses sin pasarme por este blog podría parecer que el tiempo no se ha portado bien conmigo, bueno, no es cierto, este verano a pesar de lo que escriba, ha sido muy bueno, varios paseos por Madrid, "el fin de semana", sin duda, con boda, cumpleaños, locuras de madrugada..., más paseos, esta vez por Barcelona, mucha playa, mucha fiesta, mucho alcohol y Septiembre... que golpea, y se le da bien!, aunque él no tiene la culpa de que todo se acabe antes o después.

Pero aquí estamos y seguimos, porque no puedo arrepentirme de lo que me he buscado, asi que simplemente me voy despidiendo, y me preparo para ver desaparecer esa marca de lo que dejé que se estirpara.

P.d.: Tienes tiempo para esto?

Ulrich Schnauss - Goodbye

2 comentarios:

La Extraña de antes dijo...

Creo que todos necesitamos "extirparnos" ese mal que nosotros no vemos a simple vista, pero que notamos q no nos hace bien.

A mi me pasó algo parecido. A veces aún recuerdo esa amargura, ese dolor del corazón que sufre, las infinitas oportunidades que le dí, que por suerte, sí, por suerte, hoy lo puedo decir, fueron finitas. Esas falsas esperanzas por tener algo que no era. Los juegos de ahora si, ahora no. Esa impotencia del querer y no poder, las terribles recaídas, malditas e inútiles recaídas, puuff... podría seguir pero no terminaría nunca.

Extirpar eso duele y lo peor, cuesta. Pero siemmpre hay esperanza, cuando parecía que todo estaba perdido, tuve la suerte de encontrar un "doctor" que con mucha paciencia me ayudó a sacarme ese cancer de encima.
Poco a poco me rehabilitó, me enseñó a olvidarlo dándome todo lo que buscaba y ese mal no me daba.
Me fue difícil porque mi propia enfermedad no me dejaba ver la cura, (o yo no quería curarme)

Pero fui valiente, me dejé llevar y no me arrepiento. Hoy lo tengo 100% fuera de mi, aunque haya cosas que me lo hagan recordar, porque esos males dejan cicatriz, aunque ya cada vez es mas pequeña.

Sólo espero que encuentres pronto a tu "doctor" y tengas la valentía de dejarte curar.
Porque si algo aprendí de ese trauma, es que lamentarse es de capuyos y q lo mejor puede estar ahi mismo. Solo hace falta verlo.

Un beso y perdon por el rollo!!
Aunque no te conozca he sentido la necesidad de soltartelo para darte un poquito de esperanza.

suerte y animo!!

Nono dijo...

No hay nada que perdonar, agradezco q hayas compartido tu experiencia conmigo, desde luego estas situaciones son bastante habituales y si, soy consciente de que dejan efectos secundarios q a veces son dificiles de reconducir y nos afecan directamente a nuestras relaciones sociales, de hecho a mi me ha pasado, puedo ser sociable, puedo tener relaciones q no conlleven demasiado compromiso, pero pensar en algo más serio ahora mismo me cuesta mucho, aún así no creo que sea incapaz de encontrar un "doctor", como tu dices :), y sé que puedo dejarme curar, simplemente creo q últimamente no elijo la especialidad adecuada :P
Besicos y gracias por tus ánimos.